COMERCIO ENTRE ESPAÑA Y AMÉRICA
El comercio de
América con Europa no fue libre, tampoco lo fue entre una y otra región de
América.
El monopolio
comercial es el control
exclusivo por parte de una metrópoli (país dominante, en este caso España) del
comercio de otro país o región, comúnmente una colonia (país dominado, en este
caso América).
Veamos un esquema
sobre las relaciones comerciales permitidas y prohibidas, con un ejemplo que
nos aclare las cosas:
Para controlarlo
mejor España autorizó sólo cuatro puertos en América que podían comerciar con
España: La Habana, Veracruz, Cartagena y Portobello. Los puertos de Cádiz y
Sevilla eran los únicos habilitados en España. Con esto intentaban impedir que
otros países europeos se aprovecharan de todos los productos que América podía
vender (sobre todo oro y plata), así como de todos los productos que América
necesitaba y podía comprar. A esto se le llamaba sistema de puertos únicos.
España enviaba
desde 1564 dos flotas de barcos por año a América. La primera iba a Veracruz,
parando antes en La Habana, la otra iba a Cartagena y luego a Portobello. Desde
Portobello se llevaban los productos hacia el sur, por mar hasta El Callao y
sobre burros cruzando los Andes hasta Buenos Aires. Una vez que se repartían
los productos llegados, se esperaba para cargar todos los productos que América
enviaba a España, que venían de los diferentes puntos del continente. Tras esto
las dos flotas emprendían juntas el regreso a España. A esto se le llamaba sistema de flotas y galeones.
Hay dos problemas
en este sistema. El primero es que los productos que venían de España y tenían
que hacer el largo viaje por mar y tierra hasta las tierras más lejanas (como
Buenos Aires) llegaban muy deteriorados, en mal estado, y muy caros, porque
tenían que pagar a todos los intermediarios que los llevaban de un lugar a
otro. El segundo problema es que si bien llegaban caros, ya eran caros cuando
salían de España: es que España no tenía muchas industrias o producción de
artesanías, y por lo tanto lo que iba a vender a América a su vez lo debía
comprar a otros países de Europa, como Inglaterra.
España creía que la
riqueza se basaba en acumular metales preciosos (oro y plata), por lo cual
trataba de evitar que cualquier otro país lograra llevar manufacturas a América
para cambiarlas por oro o plata. En cambio, otros países como Francia e
Inglaterra creían que la base de la riqueza estaba en la tierra o industria, en
la producción de alimentos y manufacturas: estos países eran los que vendían a
España lo que España a su vez consumía y vendía a América, y a largo plazo se
quedaba con el oro y la plata pues España pagaba con eso los alimentos y las
manufacturas.
Si bien España
prohibía el comercio de América con otros países europeos, tanto los europeos
como los americanos buscaban las formas de burlar el control. A ambos
(americanos y europeos no españoles) les servía comerciar entre sí: los
americanos recibían mejores y más baratos productos, los europeos no españoles
(franceses, holandeses, portugueses, ingleses) sacaban buena ganancia con las
ventas. Es así que el contrabando (el comercio prohibido) era algo
bastante común.
Muy bueno, muy inteligible!! Gracias Profesora
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